Poema de las Sin Sombrero: la voz femenina que rompió barreras
El movimiento de las Sin Sombrero fue uno de los acontecimientos más importantes en la historia de la poesía y la literatura española durante los años 20 y 30 del siglo XX. Este grupo de mujeres poetas desafió las convenciones sociales y literarias de la época, y sus obras son un reflejo de su lucha por la igualdad de género y la liberación de las ataduras impuestas por la sociedad. En este artículo, exploraremos algunos ejemplos destacados de los poemas de las Sin Sombrero y su legado en la poesía española.
Las Sin Sombrero: una visión revolucionaria
Las Sin Sombrero fue un colectivo de mujeres artistas que se reunieron en torno a las figuras de Maruja Mallo, Concha Méndez, Margarita Manso, Ernestina de Champourcín, Josefina de la Torre y Rosa Chacel, entre otras. Estas mujeres desafiaron los roles tradicionales asignados a las mujeres en la sociedad de la época y se abrieron camino en el mundo de la literatura y las artes visuales.
Maruja Mallo: Dama sin sombrero
Maruja Mallo, una de las figuras más destacadas del movimiento, escribió numerosos poemas que reflejan su espíritu rebelde y su lucha por la igualdad. Uno de sus poemas más emblemáticos es "Dama sin sombrero":
"Dama sin sombrero,
mirada de acuarela,
por callejas
perfumadas de recuerdo.
Te niegan auroras,
te niegan ocasos,
te niegan toda
la crisálida de cielo.
Peluca de un año
mitad ribera,
mitad jaquecas.
Te niegan,
plumas y adioses.
01 Hay un hueco
en tu cabeza
de aire y desierto.
Dama sin sombrero
por el Paseo
de tu alma izada.
Carámbanos blancos
cuelgan de tu ego,
de tu voz,
de tu boca garabateada.
Que te nieguen las damas
y los bulevares
de Lope de Vega.
Pero el sol de la calle
sabe lo que espera.
Sabe quién es
la dama sin estera.
02 Sabe quién es la dama
sin amor y sombrero.
Sabe quién eres".
Ernestina de Champourcín: Poemas de soledad y deseo
Ernestina de Champourcín, otra de las voces destacadas de las Sin Sombrero, exploró en sus poemas temas como la soledad, el deseo y la búsqueda de la identidad femenina. Un ejemplo de su poesía es el poema "Súplica":
"No me llames amor ni amor mío,
Ni tres veces sagrada.
Me aterra tu voz como si fuese
La que rasga la lúgubre madrugada.
No me recuerdes que fui espejo
Y ahora soy sombra de ceniza,
Que tuvimos algo más bello
Que el desgarrón de nuestra última risa.
No nombres, no provoques mi rama
Caída en la ribera del río,
Que me vea pasar al mediodía
Nada más que mi sombra y el brío.
Hemos llegado al puerto sin luces
O donde nuestros sueños cobijan
El desorden de sus sombras raras
Con la fugaz claridad del espejismo.
Tú fuiste quien preguntó primero
Si yo era el hombre o la mujer;
Y por tus ojos supe que debería
Gobernar el mar y escalar la cumbre.
Aquella vez dejaste tu risa
Dentro de las grietas de mis gestos,
Y el perfume del norte y del sur
En todos los rincones de mis cimientos.
Sólo me queda ya el viejo asombro
De esperar y desesperar lento,
Mientras cuelga en mi techo la luna
Y en tus silencios brota el viento".
El legado de las Sin Sombrero
Aunque las Sin Sombrero se enfrentaron a muchas dificultades en su momento, su audacia y determinación allanaron el camino para futuras generaciones de mujeres poetas y artistas. Su contribución a la poesía y la literatura española continúa resonando en la actualidad, y su lucha por la igualdad de género sigue siendo relevante.
En conclusión, los poemas de las Sin Sombrero son ejemplos impactantes de la voz femenina que desafió las normas establecidas en el mundo de la poesía y la sociedad en general. Estas poemas, llenos de fuerza, deseo, libertad y rebeldía, nos invitan a reflexionar sobre la importancia de la igualdad de género y nos inspiran a seguir luchando por un mundo más inclusivo y justo.
Por eso, es fundamental reconocer y valorar el legado de las Sin Sombrero, aplaudir su coraje y resistencia, y continuar difundiendo sus poemas para que sus voces nunca sean olvidadas.
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