Julio Cortázar Poemas: La magia en la palabra escrita
Julio Cortázar fue uno de los escritores más influyentes del siglo XX y es reconocido por su excelencia en la prosa, especialmente en el género del cuento. Sin embargo, también dejó una profunda huella en el mundo de la poesía. Sus poemas son una muestra de su imaginación desbordante, su amor por la palabra y su capacidad para transmitir emociones complejas en tan solo unos versos. En este artículo exploraremos algunos de los poemas más icónicos de Julio Cortázar, que nos invitan a sumergirnos en su mundo rico en metáforas y simbolismos.
Poema: Instrucciones para subir una escalera
Uno de los poemas más conocidos de Julio Cortázar es "Instrucciones para subir una escalera". Este poema, al igual que muchas de sus obras, nos invita a reflexionar sobre la experiencia cotidiana desde una perspectiva surrealista. A través de una serie de instrucciones aparentemente absurdas, Cortázar retrata la naturaleza compleja de los actos más simples de la vida.
"Instrucciones para subir una escalera"
Primero: busca una escalera
Segundo: estírate un poco
tercero: decide hacer
voluntariamente
como lo harían aquellos
que tienen piernas inaccesibles
cuarto: ponte en pie
quinto: comienza a subir
sexto: no subas los peldaños de dos en dos
séptimo: no subas de tres en tres
octavo:funciona perfectamente
noveno: no te demores
diez:una vez arriba
continúa subiendo
Este poema es un ejemplo perfecto de la habilidad de Julio Cortázar para transformar lo mundano en algo trascendental a través de las palabras. La escalera se convierte en un símbolo de los desafíos de la vida, de los pasos y decisiones que debemos tomar para alcanzar nuestros objetivos. La estructura aparentemente caótica del poema refleja la propia naturaleza caótica de la existencia, invitando a los lectores a abrazar lo absurdo y explorar nuevas formas de ver el mundo.
Poema: Final del juego
Otro poema destacado de Julio Cortázar es "Final del juego", que pertenece a su libro de poemas "Presencia". Este poema es una reflexión melancólica sobre el paso del tiempo y la inevitabilidad de la muerte. Cortázar utiliza metáforas evocadoras y una prosa poética para transmitir un sentido de nostalgia y trascendencia.
"Final del juego"
El último hijo del último lobo
escribirá una elegía las llamas
matarán una a una las estrellas
y los últimos hombres irán por el polvo
hasta que las catedrales
vuelvan sobre sí como planetas
y se les oiga en el aire
vueltos a las distancias atmosféricas
Los campos se doblarán exactos
toda roca será una magnolia gigante
y los últimos hombres irán
por las calles de inmensos globos
mirando las fábricas a lo lejos
donde una música inventará sus cartílagos
La última estación será un tren hundido
los últimos hombres
beberán ahora las mujeres
en nieblas alcohólicas
y mirarán crecer las imágenes
por donde huyen las tardes llenas de aviadores
Este poema nos transporta a un futuro distópico donde los hombres han quedado relegados a un rol secundario. La elegía que el último hijo del último lobo escribe nos recuerda la fragilidad de la existencia humana y cómo el paso del tiempo puede llevarnos a la extinción. Las metáforas y las imágenes surreales utilizadas por Cortázar evocan una sensación de desesperanza y también de belleza en la decadencia. Este poema es una muestra de la maestría de Cortázar para transmitir emociones complejas en tan solo unos versos.
Poema: Escucha, hay que oír la noche
"Escucha, hay que oír la noche" es otro poema emblemático de Julio Cortázar que se encuentra en su libro "Salvo el crepúsculo". En este poema, el autor nos invita a sumergirnos en la oscuridad de la noche y prestar atención a los sonidos que a menudo pasamos por alto. Los versos de Cortázar nos transportan a un mundo de sonidos evocadores, donde las palabras cobran vida y nos hacen percibir la noche de una manera totalmente nueva.
"Escucha, hay que oír la noche"
Escucha, hay que oír la noche
aullando como un perro muerto
reventada de frío contra los postes que cantan con
el alambre de púas
Escucha, hay que oír la noche
apretándose dientes de culebra que eructó
un pozo de sombra
Escucha, hay que oír la noche
cazando viejas manzanas podridas en el
fondo de los cuenta silencios
Escucha, hay que oír la noche
sorbiendo polvo de criaturas que no alcanzaron a
ser hombres enmedio de infinitas estepas de moho
Este poema nos invita a abrir nuestros oídos a la noche, a escuchar más allá de lo evidente y descubrir los sonidos ocultos que nos rodean. Cortázar utiliza una serie de metáforas vívidas para evocar una sensación de intimidad y misterio. Nos invita a prestar atención a los detalles más pequeños y a encontrar belleza y significado en los sonidos cotidianos. A través de su habilidad para transformar las palabras en imágenes sensoriales, Cortázar nos anima a explorar el mundo con una nueva sensibilidad.
Los poemas de Julio Cortázar son testimonio de su genialidad como escritor. Su capacidad para transformar lo ordinario en algo extraordinario, sus metáforas evocadoras y su prosa poética han dejado una huella imborrable en el mundo de la literatura. Los ejemplos mencionados en este artículo son solo una muestra de la riqueza y la diversidad de los poemas de Julio Cortázar. Invitan a los lectores a sumergirse en su mundo mágico y a dejarse llevar por la belleza de sus palabras.
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